NBA | Luka Doncic, ante el ‘monstruo’ de tres cabezas en las finales de la NBA
Llega la hora de la verdad en la NBA. Dallas Mavericks y Boston Celtics se miden en unas finales que coronarán al nuevo rey del baloncesto mundial. Luka Doncic y Kyrie Irving frente a Jayson Tatum y Jaylen Brown, el espectáculo está servido.
DONCIC QUIERE ENTRAR EN EL OLIMPO
Pocos esperaban ver a los Mavericks en las finales de la NBA. Los chicos de Jason Kidd han vivido una temporada cargada de polémica e irregularidades, la tónica de estos últimos años, pero un último gran tramo ha aupado al equipo a ser una de las mejores ofensivas de la competición. Doncic e Irving han estado a la altura, pero los movimientos en los despachos han sido claves para que las piezas del puzzle encajaran. En el Draft de 2023 llegó Dereck Lively II y en el ‘trade deadline’ consiguieron a hombres como Daniel Gafford o PJ Washington, que han reforzado las debilidades del equipo en la pintura y en el tiro exterior.
Doncic llegó a Estados Unidos en 2018 como el mejor jugador de Europa y ha ido quemando etapas hasta convertirse en, quizás, el más dominante de toda la NBA junto a Nikola Jokic. En Dallas sabían lo que tenían entre sus manos y ha sido cuestión de tiempo que las piezas encajaran. Tras seis temporadas en busca de una identidad, los Mavericks ya son un equipo finalista de la NBA, un hito que no lograban desde 2011, cuando Dirk Nowitzki y compañía levantaron el primer trofeo Larry O’Brian de la historia de la franquicia.
El equipo tejano ha tenido un duro camino hasta aquí. Se enfrentaron en primera ronda a los Clippers de Paul George, James Harden y con un Kawhi ‘tocado’, eliminaron en semifinales a los Oklahoma City Thunder de Shai y Chet Holmgren que habían acabado primeros de conferencia y, recientemente, pasaron por encima de los Timberwolves en las finales de conferencia. Los de Minnesota, que se habían ‘cargado’ a los vigentes campeones, los Denver Nuggets, poco pudieron hacer ante el vendaval de Doncic e Irving, cayendo por un contundente 4-1 en el global.
BOSTON, ‘OBLIGADO’ A CULMINAR SU OBRA
Por su parte, los Celtics vuelven al mismo escenario donde ya estuvieron hace dos temporadas. En esa ocasión, la moneda les salió cruz y perdieron las finales de la NBA ante los Warriors de Curry, Klay y Green, a los que aún les quedaba un poco de gasolina en un tanque que, ahora sí, ya parece completamente vacío. Los de Boston vuelven ahora por la puerta grande y con la vitola de favoritos, un estatus que poseen desde inicio de curso gracias a los fichajes de verano. Porzingis y Jrue Holiday se incorporaron a la plantilla de Joe Mazzulla para conformar un quinteto inicial temible junto a Tatum, Brown, Horford y demás. No hay un cinco titular más potente y así lo han demostrado en una temporada regular histórica en la que han llegado a ganar 64 partidos, pero ahora les toca demostrar su verdadera valía en las finales.
En estos play-off no han tenido rival. Boston ha eliminado a Miami, Cleveland y Pacers casi sin despeinarse, tres equipos que no pudieron contar en la mayoría de los partidos con sus principales estrellas. Jimmy Butler (Heat) , Donovan Mitchell (Cavaliers) o Tyrese Haliburton (Indiana) no pudieron vestirse de corto y eso lastró enormemente a las aspiraciones de poder competirle a los Celtics en una serie a cinco partidos. Por muy llano y ‘fácil’ que haya sido este camino, el cuadro de Massachussets llega en un gran estado de forma a las finales. De hecho, ante Mavericks recuperan a un factor ‘X’, Kristaps Porzingis, que estaba ausente en la rotación desde que cayera lesionado en primera ronda. Enfrente les espera un monstruo de tres cabezas en Luka Doncic, un chico ya probado en finales europeas y con un sinfín de recursos sobre la pista. Irving, que ya fue decisivo en aquel anillo de campeón con Cavaliers con un triple en la bocina en el 7o partido, vive una segunda juventud y quiere seguir haciendo historia.