Fútbol internacional | Eriksson murió entre deudas y sus hijos se quedan sin herencia
Sven-Goran Eriksson falleció a finales del pasado mes de agosto víctima de un cáncer de páncreas. El que fuera entrenador de Benfica, Lazio y hasta de la selección inglesa, se despidió del mundo del fútbol en un emotivo encuentro celebrado en Liverpool y cumpliendo su sueño de sentarse en el banquillo de Anfield para dirigir a los ‘Legends’ del club ‘red’.
Agujero millonario
Ahora, meses después de su muerte, el diario sueco Göteborg Posten ha revelado que el técnico dejó este mundo con una deuda millonaria que deberán afrontar sus herederos. Según dicha información del rotativo escandinavo, Eriksson contrajo una deuda de 118 millones de coronas suecas entre Inglaterra y Suecia, que al cambio serían en torno a los 10 millones de euros. Una cifra que contrasta con los 5,7 millones que el exentrenador tenía en el banco. Es decir, sus familiares tendrán que subsanar un montante que asciende hasta los 4 millones de euros en deudas. El abogado de la familia, Anders Runebjer, ya les ha informado que no podrán recibir ninguna parte de la herencia que Eriksson les dejó en vida.
Gran parte de este descubierto provienen de un negocio fallido realizado en 2007, cuando un empresario estafó 10 millones de euros al sueco. «A lo largo de los años, Sven-Goran pagó muchas de las deudas que tenía, pero como todavía tiene más dinero a deber, tal y como demuestra el inventario hecho, no hay nada a distribuir a los herederos. Nada de esto ha venido de nuevo a la familia«, reconoció Runebjer.
Mansión a la venta
Para hacerse cargo del agujero financiero, los familiares han puesto a la venta la mansión familiar a orillas del lago Fryken, en la región sueca de Varmland, una casa valorada en 2,18 millones de euros. «Nací pobre, probablemente moriré pobre, pero viv una gran vida en ese intervalo», dijo Eriksson en una de sus últimas entrevistas a ‘Expressen’.