El primer equipo de fútbol LGTBI que competirá en categoría regional en España: «Si nos insultan, pararemos el partido»
Aunque en este caso tiene nombres y apellidos, su historia es quizás la historia silenciada de otros muchos. Han pasado 15 años desde que José María River, entonces un adolescente de 16, decidió comunicar a parte de sus compañeros de equipo del Motril Club de Fútbol que era bisexual. “Reuní a unos cuantos, a los que más confianza tenía, y se lo comenté, lo necesitaba. Y en un principio, me dijeron que todo bien, pero entrenando empecé a notar cómo me hacían el vacío y a sentir los comentarios, las miradas acusatorias, la tensión…”, recuerda.
“Y dejé de sentirme cómodo. El fútbol era una de mis pasiones, y empecé a aborrecerlo. Me sentía incluso torpe, parecía como si hubiera dejado de saber jugar. Y me aparté de él. Yo no era feliz donde se me rechazaba, me sentí privado de mi pasión, de mi día a día”.
Tres lustros después, ya con 31 años, este motrileño se está “sacando la espina” y ha encontrado la manera de volver a disfrutar del fútbol. Y con su idea, ha hecho que otro grupo de compañeros pueda hacerlo también. Porque River es, además de jugador, el creador y presidente del Rinos FC, el primer equipo de fútbol abiertamente declarado LGTBI en Granada y que, además, si nada se tuerce, será a partir de la próxima temporada pionero en España al federarse y competir desde la próxima temporada en Tercera División andaluza.
Todo empezó en 2020, durante el confinamiento por la pandemia del covid. Entonces se propuso crear un equipo LGTBI «abierto y libre», «una locura que no veía viable» que empezó con apenas cinco personas y que, «con el boca a boca» y una cuenta de Instagram empezó a crecer y a llamar la atención de muchas más.
Actualmente cuenta con más de una veintena de jugadores «de todas las orientaciones», desde homosexuales, bisexuales, trans hasta también también heterosexuales. Un grupo de amigos que entrena semanalmente y ha jugado torneos aislados durante los últimos tiempos, pero que a partir del año que viene irá más allá en importancia.
Competir federados, «un paso necesario»
Tanto ha «madurado estos cuatro años» la idea que se han decidido a dar el siguiente paso, y ya tienen avanzadas las gestiones con el Arenas de Armilla, club con el que han llegado a un «acuerdo de filialidad» para ser absorvidos en su estructura y constituirse como asociación deportiva. Eso les facilitará instalaciones y hará más sencillo el proceso de inscripción para empezar este mismo año a competir desde el primer nivel regional, el más bajo, la Tercera División andaluza.
«Federarnos era la primera idea que tuve porque lo vemos un paso necesario para romper todas las barreras que, aunque la cosa ha ido mejorando, siguen existiendo a día en la competición. Y es necesario que estamos ahí para que las cosas cambien, si no todo seguirá igual», explica River.
Aunque sí existen otras asociaciones a nivel nacional que además del fútbol engloban otros deportes como atletismo, pádel, o voleibol, no se conoce precedente alguno en España de un equipo declarado LGTBI federado y en competición.
«Uno de nuestros principios como club, sobre todo para esos jóvenes que se puedan sentir como me sentí yo en mi momento, es ser un punto de referencia. Para ellos y también para los no tan jóvenes, para concienciar a ese sector de la sociedad que es un poco más rancio, y que en el fútbol tiene un hueco», sostiene River, que se congratula de la buena acogida del club.
«Seguramente tendremos algún problema»
«Nos estamos llevando respuestas muy positivas de todos los sectores. Desde las instituciones, la Federación Granadina, la Federación de árbitros… todos nos apoyan y nos quieren proteger. Aunque hemos tenido insultos en redes, casi todo ha sido positivo y, en cierta manera, sorprendente».
Crear conciencia disfrutando del fútbol es el objetivo, que empezará desde lo más profundo del fútbol andaluz. «En esta categoria (Tercera andaluza) jugaremos contra pueblecitos pequeños, de 5.000 habitantes, 10.000, 15.000… Y seguramente ahí si podamos tener algún problemilla, pero para eso estamos, para superarlos», sostiene River, que avisa.
«Si tenemos que parar un partido porque hay insultos homófobos, lo vamos a parar. Alguien tiene que ser el primero, y si pasa lo haremos con satisfacción».